Este martes, la Cámara de Comercio Argentino-Canadiense (CACC) convocó al especialista en recursos naturales, Víctor Flores, egresado de la Universidad de Texas y director de proyectos estratégicos en Orion Resource Partners, quien brindó un panorama de la situación económica futura y los posibles escenarios que enfrentará la industria minera en el mediano y largo plazo. En la siguiente nota, un resumen de las declaraciones.
Comercio internacional, EE.UU y China
«La pandemia ha causado una caída increíble en
el PIB en EEUU. En el área industrial la caída no ha sido tan seria pero aun
así es comparable con la crisis financiera. Y el desempleo ha aumentado desde
un 3% a actualmente el 14,7% y esto va a aumentar un poco más cuando se
actualice la información. Para darnos una idea, equivale a 23 millones de
empleos. Esto ha ocurrido en otras partes, no sólo en EE.UU. Vemos que la
producción industrial europea también ha dado un bajón tremendo mucho más serio
que lo que ocurrió en la crisis financiera (4% de caída) en contraste con el
10% actual”.
“El comercio global también ha caído, entonces vemos el gran impacto y la
seriedad de la pandemia, que obviamente repercute en minería. Si nos enfocamos
en el mediano plazo y la cuestión minera, vemos que los estimados de
crecimiento global para el 2020-2021 (datos del FMI), indican una caída del PIB
global de un 3%, pero el FMI está pronosticando una recuperación bastante
rápida con un crecimiento previsto para el año entrante del 5,8%. Si uno piensa
que la recuperación va a ser rápida, entonces el impacto va a ser menos
duradero, pero no todos los economistas piensan que el repunte va a ser así de
rápido”.
“Siendo China uno de los principales motores económicos de la economía global y en particular de una fuerte demanda para productos mineros, es muy importante tener alguna certidumbre sobre lo que va a ocurrir con la economía en China. Y como podemos ver, el FMI está estimando que la economía china este año, pese al bajón que dio en el primer trimestre donde cayó 6,8%, están pronosticando un aumento del 1,2%. Y para el año entrante estiman un repunte bastante rápido del 9,2%. Entonces lo que esto significa es que si estos datos o pronósticos son correctos, al final del 2021 la economía china habrá crecido durante estos dos años y podrá seguir apoyando a la economía mundial”.
“En otras regiones, desgraciadamente los datos no son tan favorables. En EE.UU, el FMI prevé una caída del 5,9% y tenemos ya datos para el primer trimestre que indican que cayó 4,8%. Para el año entrante se prevé un crecimiento del 4,7%. Según los datos que tenemos para abril y mayo de este año, es posible que la caída sea mucho más seria que lo que se indica. Y veremos si hay o no repunte. Si tomamos estos datos por ciertos, significa que la economía de EE.UU será más pequeña que lo que fue al final de 2019 a principios del año entrante. En la zona europea la situación es más difícil: fue una de las regiones que batalló mucho para salir adelante después de la crisis del 2008 y ha sido obviamente uno de los epicentros de la pandemia. Entonces para este año la economía se contraerá en un 7,5% con un repunte del 4,7% el año que viene, es decir, tendrán una economía más pequeña post-pandemia.»
Mercados de metales
“En el
caso del cobre, trazando un promedio de los números arrojados por distintos
especialistas, se prevé que la demanda caerá 3,6% debido a la contracción
económica. Pero la oferta también va a caer. Entre los analistas más optimistas
y los menos optimistas, el más optimista piensa que va a haber un superávit de
20 mil toneladas en base a una caída más seria en la oferta del cobre, y como
contracara se espera un superávit de 574.000 toneladas. Podemos ver que hay una
gran diferencia entre los analistas más optimistas y los más pesimistas”.
“El níquel también es un mercado que en 2020 va a tener un superávit y no sabemos si va a ser el promedio de 110.000 toneladas o algo más. Lo positivo de este mercado es que a partir de 2021 entrará en déficit. Y esto va a depender de lo que ocurra en países con una producción importante de níquel donde los gobiernos no han sido constantes en la política con respecto a las exportaciones del mineral. Si se da el cierre de minas, definitivamente tendríamos un superávit menor y entraríamos en déficit más rápido a partir del año entrante”.
“En el
caso del aluminio se prevén superávits durante varios años. El estimado
promedio es un superávit de casi 3 millones de toneladas para este año, una
cantidad enorme, y hay que tomar en cuenta que de la demanda de aluminio un 50%
se debe a la industria del transporte y la construcción”.
“El caso del oro es muy especial porque se trata más que nada de una moneda. Y lo que muestra el World Gold Council es que en lo que va del año los fondos de oro listados han percibido un ingreso de 520 toneladas. Estos datos son a la primera semana de mayo. Y para ponerlo en contexto, el año pasado los fondos tuvieron un ingreso en todo el año de 400 toneladas. En 2018 de aproximadamente 300 toneladas. En poco más de cuatro meses, los fondos han recibido/comprado 520 toneladas sólo en los primeros meses del año. ¿Por qué? Porque el oro es una moneda, no una materia prima”.
“En EE.UU vemos que la tasa de interés ha caído y los intereses reales son ahora negativos. El oro es una moneda que no genera utilidades pero sí los bonos de la tesorería, que están pagando un interés real negativo. Entonces es más ventajoso tener oro como inversión que tener un bono que paga un interés negativo. Esta es una de las razones por la que los inversionistas compraron oro este año. La segunda explicación del interés por el oro se muestra en función de la base monetaria de EE.UU. Podemos ver que durante el período pre-crisis del 2008 el crecimiento de la base monetaria era muy gradual y reflejaba el crecimiento de la economía (2% a 3%). A partir de la crisis del 2008 se tomaron medidas para estimular la economía y hubo tres fases de lo que se llama alivio cuantitativo. A partir de la pandemia, la reserva estadounidense tuvo que estimular la economía y eso ha ocasionado que los inversionistas se interesen por el oro. Un estímulo monetario de esta magnitud puede ser altamente inflacionario. Si pensamos que hubo tres fases de estímulo a partir de 2008, ¿Por qué no se ha desatado una inflación en EEUU? Si evaluamos la velocidad de circulación de dinero de EEUU, vemos que de 2008 a 2010 la velocidad cayó y ha seguido cayendo desde entonces. Y ha caído aún más en los últimos meses. Entonces hay economistas que piensan que el estímulo monetario que se dio ha sido neutralizado por la caída de velocidad de circulación de dinero. Y así, es posible que el estímulo actual no sea inflacionario. O es posible que en cierto momento la velocidad de circulación comience a aumentar cuando regrese la confianza del consumidor y la inflación sea un efecto secundario del estímulo monetario que aún no vemos pero que se dará en los siguientes meses. Es por eso que los inversionistas, para protegerse en contra de esta potencial inflación, han estado comprando mucho oro».
Geopolítica y futuro global
“La geopolítica va a afectar los patrones globales de comercio, aumentará el proteccionismo y llevará a un aumento de tarifas. Para la globalización, los mineros están acostumbrados a suplir sus insumos de manera global, y es posible que estos tengan que intensificar las fuentes de sus insumos, a la par de depender potencialmente de proveedores regionales o nacionales. Lo que conlleva a un aumento en costos de producción y menor eficiencia”.
“En cuestión de finanzas y economía, aunque vimos que las colocaciones de acciones están a un nivel muy bajo, lo bueno es que las bajas tasas de interés pueden reducir el costo de capital de la industria, aunque creo que los estímulos fiscales y monetarios pueden resultar en un aumento de la inflación y puede ser significativo. En cuestión de tecnología, la minería ya es líder en el uso de telecomunicaciones pero deberá adecuarse a los cambios que se están presentando. La industria va a tener que aprender a cómo hacer un tuteo virtual. Esperemos que todo salga bien porque esto para mi va a ser una de las nuevas normalidades de la industria. En cuanto a los gobiernos, yo creo que la minería va a seguir siendo un eje de apoyo financiero a las comunidades. Desgraciadamente los gobiernos piensan que las mineras tienen ingresos ilimitados y lo ven como una fuente de recursos. Debemos rever este punto”.
“La minería tiene futuro. Siempre se ha hallado la
manera de salir adelante pese a los retos globales. Pero para salir adelante
los mineros tienen que estar listos.
Y esto es ver qué nos depara el futuro y prepararnos. ¿Qué se necesita?
Reconocer que estamos en un nuevo paradigma y uno de estos es la economía
verde. Prepararse para un aumento en los costos laborales y sociales. La
industria tiene que adoptar la automatización para reducir los costos y también
para eliminar los riesgos sanitarios. Vamos a tener que ser flexibles, aprender
a manejar las empresas de una manera virtual. Vamos a tener que aceptar que las
sociedades y los gobiernos exigen mucho de la industria y exigirán más a futuro.
Los gobiernos van a tener que hallar nuevas fuentes de ingreso para reducir sus
deudas. Hay que desarrollar estrategias para protegerse en contra de la
inflación y obviamente aprovechar la caída en el precio de los energéticos y el
tipo de cambio. Esta es una de las ‘ventajas’ de lo que ha ocurrido. La
industria tiene que promover sus programas ambientalistas e introducir cambios
para reducir la huella de carbono. Post pandemia, las sociedades se van a
enfocar mucho en el cambio climático y esto va a llevar a una demanda de
reducción de carbono y la industria puede hacer su parte”.