El proyecto integrado avanza con un modelo de restauración ecológica basado en ciencia, participación local y normas internacionales.
Por Panorama Minero
El Proyecto Integrado MARA (Minera Agua Rica Alumbrera) está llevando adelante uno de los planes de cierre ambiental más avanzados de la minería argentina. En el yacimiento de Alumbrera, ubicado en la provincia de Catamarca, ya se han revegetado más de 100 hectáreas de antiguos botaderos de estériles, como parte de un proceso que combina ciencia aplicada, sostenibilidad y normativas de clase mundial.
Desde el inicio del programa en 2018, se implantaron más de 200.000 ejemplares de especies nativas, seleccionadas tras 16 años de investigación. El objetivo es claro: restaurar un ecosistema funcional que se integre de manera efectiva al paisaje natural, resistiendo condiciones áridas y suelos empobrecidos.
“El cierre de Minera Alumbrera no es solo la finalización de una etapa productiva, sino una oportunidad para devolver valor ambiental y social al territorio”, explicó Edgar Alderete, biólogo del proyecto.
Uno de los componentes clave es el banco de germoplasma, que garantiza la conservación genética y la reproducción efectiva de especies locales. El trabajo se realiza en conjunto con viveros de la región, como el de la empresa Yokavil en Santa María. Allí se producen especies como la Parkinsonia praecox, valorada por su bajo requerimiento hídrico, adaptabilidad y alto índice de supervivencia.
El plan de cierre fue aprobado por el Ministerio de Minería de Catamarca en noviembre de 2022 y cuenta con inspección oficial constante, auditoría externa mensual y desde junio de 2023, con certificación ISO 9001:2015 para el proceso de revegetación.
El enfoque de MARA también impulsa la economía circular, integrando proveedores locales y prácticas sostenibles que cumplen con estándares provinciales, nacionales y corporativos, incluyendo los compromisos de Glencore, operador principal del proyecto.
"En un contexto global donde el cierre responsable de minas es una demanda creciente, MARA se posiciona como caso de estudio regional. Con más de 100 hectáreas verdes como resultado tangible, demuestra que la minería puede cerrar con impacto positivo y dejar un legado ambiental medible".