Aunque descubiertas a fines del siglo XIX, el interés por las llamadas “tierras raras” creció con sus aplicaciones tecnológicas y el dominio de un solo país, China, sobre su extracción, separación y procesamiento. Desde el desarrollo de la televisión en color hasta su presencia en pantallas digitales, su uso en aleaciones permite desde controlar la temperatura en una central nuclear hasta mejorar la calidad del acero. También son clave en grandes imanes para resonadores magnéticos, diagnóstico médico, equipamiento militar y elementos de defensa.
Por Panorama Minero
¿Qué son las tierras raras?
Se trata de 17 elementos de la naturaleza: el itrio, el escandio y 15 “lantánidos”. Estos últimos tienen propiedades magnéticas, conductivas, de fosforescencia y resistencia a temperaturas extremas. Aparecen en secuencia en la tabla periódica, del número atómico 57 al 71.
El dominio chino
Actualmente, casi un tercio de las tierras raras del mundo se extrae en un solo yacimiento: Bayan Obo, en Mongolia Interior (China), originalmente una operación de hierro. Deng Xiaoping, padre del renacimiento económico chino, lo dejó claro en 1987: “Medio Oriente tiene el petróleo, China tiene las tierras raras”.
En realidad, no son tan raras. Se encuentran en muchas regiones, pero en bajas concentraciones y su separación es compleja. China domina el 99% del procesamiento global, no solo por los recursos, sino por asumir el costo ambiental de la cadena completa, hasta la fabricación de imanes, su principal uso final.
China también posee las mayores reservas: 44 millones de toneladas, seguida por Brasil con 21 millones, según el Servicio Geológico de EE.UU. (marzo 2025).
La tensión global y el interés estratégico
El reciente acuerdo entre EE.UU. y Ucrania incluye tierras raras y otros minerales críticos. Incluso la propuesta de Trump de adquirir Groenlandia se vinculó con sus reservas de estos elementos.
En abril de 2025, en medio de nuevos aranceles a China (hasta el 145%), el gigante asiático impuso restricciones a la exportación de siete tierras raras pesadas, claves para usos militares. También creó una lista de control de empresas estadounidenses, en su mayoría del sector aeroespacial y de defensa.
Gracelin Baskaran, directora del programa de Minerales Críticos del CSIS, detalló que esos elementos están presentes en cazas F-35 (400 kg), submarinos clase Virginia (4.200 kg), buques DDG-52 (2.500 kg), misiles Tomahawk y bombas guiadas JDAM. China, dijo, está expandiendo su producción de armas inteligentes cinco veces más rápido que EE.UU.
El potencial argentino
En Argentina, el presidente Javier Milei mencionó el tema en una entrevista con Alejandro Fantino. Un informe de 2022 del Servicio Geológico Minero Argentino (Segemar), elaborado por Eduardo Zappettini, identificó recursos de tierras raras por más de 190.000 toneladas, y recursos potenciales por 3,3 millones.
Según el número 48 de la serie “Contribuciones Técnicas”, hay mineralizaciones primarias en Salta, Jujuy, San Luis y sur de Santiago del Estero. También se citan manifestaciones no evaluadas en pegmatitas del distrito Valle Fértil (San Juan), aluviones con minerales ETRs en Córdoba (Río Calamuchita) y San Luis (La Carolina), y concentraciones en arcillas en Barker (Buenos Aires). Además, se identificaron costras de ferro-manganeso con ETRs en la Plataforma Continental Argentina.
El informe estima un total de 190.395 toneladas de recursos identificados. En cuanto a potencial, se calcularon 3,3 millones de toneladas, aunque no se consideraron depósitos arcillosos por falta de datos confiables.
Limitaciones y oportunidades
Según el Código de Minería, los ETRs están clasificados como “metales de segunda categoría”. La única producción registrada fue entre 1954 y 1956: 1.010 kg de roca monacita en la mina Teodesia (Valle Fértil).
El mercado global sigue siendo chico: antes de la escalada entre EE.UU. y China, se estimaba en US$ 12.000 millones, con proyecciones de US$ 20.000 millones hacia 2029 y US$ 40.000 millones para 2040. Es un mercado opaco y contractual, con muchos productos compuestos y poca transparencia en precios.
¿Qué implica esto para Argentina?
El desarrollo de tierras raras es una posibilidad estratégica, pero también un camino largo. Sería deseable que, si se avanza, no se desvíen recursos de minerales en los que Argentina ya está más avanzada, como el litio —donde podría convertirse en segundo productor global— o el cobre, con al menos cinco proyectos de clase mundial y la presencia de gigantes como BHP, Rio Tinto y Glencore.
Además, el potencial argentino parece menor comparado con Brasil, su socio en el Mercosur, que ya ocupa el segundo lugar global en reservas.