Los furibundos ataques de parte de violentos radicalizados no dejan de sorprender. Este fin de semana fue el propio presidente de la nación, Alberto Fernández, quien experimentó agresiones junto con su comitiva en la provincia de Chubut. Desde PANORAMA MINERO nos solidarizamos con las comunidades afectadas por los incendios, deseando que sus pedidos sean escuchados. De la misma manera, repudiamos el ataque al presidente Alberto Fernández.
El primer mandatario había viajado para interiorizarse en primera persona sobre las terribles pérdidas ocasionadas a causa de las llamas que consumieron miles de hectáreas de bosques. En ese marco de reclamos para la búsqueda de soluciones surgió la acusación infundada de que el sector minero estaría involucrado detrás del inicio de los incendios.
Un nuevo capítulo de la eterna teoría conspiradora, donde la minería estaría a las sombras de estas desgracias. Los argumentos no dejan de ser descabellados, como por ejemplo, que los incendios serían una nueva herramienta para “facilitar” la detección de minerales y metales en el subsuelo. Cualquier argumento, por más disparatado que suene, sirve para acusar infundadamente a este sector generador de riqueza y transformación de las comunidades donde se encuentran los recursos mineros.
Es preciso remarcar que, a inicios de mes, un reconocido dirigente de organizaciones sociales insultó lisa y llanamente a los trabajadores mineros y petroleros, al afirmar muy livianamente que sus ingresos son destinados al consumo de estupefacientes. Nunca tan cerca del famoso “Miente, miente, que algo quedará.”
Se trata de la eterna historia de las conspiraciones, donde la minería es acusada infundadamente e insultada gratuitamente. Bienvenidas sean las redes sociales para expresarse, pero no menor es señalar que estos ámbitos de libre expresión han derivado en que cualquier persona con nulo conocimiento científico, pero muchos seguidores, instalen en el común colectivo la falsa acusación de que la minería es responsable de cuestiones que no le competen. Los científicos y académicos con formación de excelencia, que han dedicado su vida a estudiar las ciencias asociadas a la minería, no encuentran eco en las redes para difundir su conocimiento. Es preciso señalar que la minería se debe una autocrítica de estos escenarios.
Los actos de violencia, y las expresiones asociadas, conducen únicamente a exacerbar aún más los ánimos. El diálogo es la única vía para encontrar soluciones.
Desgraciadamente, la industria minera argentina ya está “acostumbrada” a esta nueva “realidad”, la cual ya cuenta con algunos años en su haber. Primero consumidores de estupefacientes, luego piro maniacos… será cuestión de esperar unos días para que surja una nueva acusación e insulto para el sector minero y sus trabajadores.