Políticos y economistas de todo el mundo han estado atentos a las noticias provenientes de China. La convención del Partido Comunista, que se realiza cada cinco años, acapara el interés de millones de personas. En este encuentro se trazan las políticas para el siguiente quinquenio: macro y microeconomía, así como política nacional e internacional del país más poblado del orbe, son los grandes condimentos que conforman la agenda de este importante cónclave. De este encuentro se pueden desprender importantes conclusiones respecto a cómo puede evolucionar el mundo en el corto y mediano plazo. La minería es, probablemente, uno de los segmentos industriales más rápidamente influenciados por las derivaciones de la reunión de referencia.
En paralelo a este encuentro, donde la estabilidad económica fue una de las prioridades, China publicó las estadísticas correspondientes al tercer trimestre del año en curso. El PBI creció un 6,8% -cifra idéntica a la del mismo período del año anterior-, mientras que los dos primeros trimestres mostraron un crecimiento del 6,9%. Es por ello que el objetivo de crecimiento económico planteado para el año en curso – 6,5%- podrá ser alcanzado, e incluso superado confortablemente.
La rápida transformación de China, de una sociedad rural hacia una urbana, ha sido el principal motor detrás de la gran demanda de minerales y metales observada desde comienzos del milenio. El surgimiento de grandes ciudades, nuevas vías de comunicación, demanda energética, son solo un breve resumen de una de las claves que enlazan a China con la minería, de momento que se apuesta por la infraestructura a gran escala.
En otro orden, el país de análisis tiene una política monetaria estricta en la cual hay una fuerte apuesta por el oro. Un dato relevante lo aporta el World Gold Council, entidad que informa que las reservas auríferas de China superaron las 1.800 toneladas en el primer semestre del año en curso. De esta manera, y en solo una década, China triplicó sus tenencias auríferas. Un vigoroso comercio internacional permitió la generación de divisas en grandes cantidades, las cuales fueron canjeadas por el metal dorado.
Pero, para crear infraestructura y acceder a diferentes metales, se requiere de una importante iniciativa en cuanto a inversiones, más específicamente en ultramar. China incursiona en diferentes países y minerales a través de grandes corporaciones estatales. Estas organizaciones poseen un gran músculo financiero que les permite emprender multimillonarias inversiones, que puede ser el desarrollo de proyectos o la compra de participación en sitios operativos (o en desarrollo avanzado)
¿De qué manera puede afectar ello a Argentina? Nuestro país es una de las últimas fronteras mineras mundiales, con diversidad geológica en calidad y cantidad. Proyectos de cobre y oro de clase mundial son atractivos para capitales foráneos, entre los que se encuentra China. Existe un caso de éxito reciente como la incursión de Shandong Gold en mina Veladero, en joint venture con Barrick. La operación iglesiana podría ser el principio de una relación a largo plazo si se llegara a avanzar en la prefactibilidad y desarrollo de Lama.
Las conclusiones que emanen del plan quinquenal formulado en la convención del Partido Comunista de China trazarán gran parte de los lineamientos de la política y la economía mundiales, con la consiguiente implicancia en minería. La combinación de calidad geológica y garantía a las inversiones son excelentes cartas de presentación que Argentina ofrece al mundo inversor, y un gran atractivo para el mayor consumidor de materias primas: China.