Michael Meding, Gerente General de Los Azules, compartió las conclusiones de 2025 así como los planes en 2026 para el proyecto cuprífero localizado en el departamento Calingasta, provincia de San Juan.
Por Panorama Minero
¿Qué conclusiones se pueden extraer desde Los Azules para esta 2025 que finaliza, y cuáles son las perspectivas para 2026?
Los Azules cierra otro año con avances significativos en hitos regulatorios, técnicos y estratégicos. Cabe recordar que el proyecto finalizó 2024 con la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) aprobada para construcción y operación, lo que constituyó un punto de inflexión clave.
Sobre esa base, durante 2025 se trabajó intensamente en la ingeniería del proyecto con foco en alcanzar la factibilidad. En paralelo, en el mes de febrero, Los Azules fue presentado como uno de los primeros proyectos al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI). Tras una reformulación en julio, el proyecto obtuvo su aprobación el 26 de septiembre, lo que representa un hito estructural, un enorme hito para nosotros, dado que contar o no con el RIGI modifica sustancialmente el perfil de riesgo y competitividad del proyecto.
Otro eje relevante del año fue el fortalecimiento de alianzas estratégicas internacionales. En ese marco, se anunció el acuerdo con el Banco Mundial, a través de la Corporación Financiera Internacional (IFC), para trabajar bajo estándares ESG. El objetivo es posicionar al IFC como potencial ancla de financiamiento futuro, tanto en capital como en deuda como de Project Finance.
Asimismo, se iniciaron trabajos tempranos vinculados a la ingeniería y a la infraestructura. El objetivo es alcanzar hacia fines de 2026 un nivel de ingeniería que permita tomar la decisión formal de construcción. En paralelo, se prevé avanzar con obras tempranas como el camino definitivo para transporte de equipos de gran porte hacia fines de 2026 e inicios de 2027, así como tendido eléctrico y campamento final de construcción en la misma línea de tiempo.
Todo este cronograma está naturalmente condicionado al cierre de la estructura de financiamiento. El contexto global y regional resulta favorable: la demanda estructural de cobre, el posicionamiento geopolítico de Argentina, y en particular de la provincia de San Juan, generan un escenario positivo. Hoy el desafío no es la inexistencia de opciones, sino optimizar la selección de financiamiento, alineando los intereses de accionistas y demás stakeholders locales.
¿De qué manera un proyecto como Los Azules puede atraer capital en un contexto global altamente competitivo?
Tenemos que recordar que, a nivel internacional, el porcentaje de capital destinado a minería respecto del total invertido en los mercados bursátiles globales se encuentra en mínimos históricos de los últimos 50 años. Esto responde, en parte, a una preferencia creciente por sectores como tecnología, que gozan de una percepción más atractiva desde el punto de vista del mercado.
Sin embargo, existe una contradicción estructural: no hay transición tecnológica ni digital sin minerales. El desafío del sector minero es seguir trabajando en su posicionamiento, visibilizando su rol crítico frente a industrias como la tecnológica, representadas por compañías como Microsoft, Apple o Nvidia.
En paralelo, es clave continuar consolidando la percepción de Argentina como país invertible. En los últimos años se han dado pasos relevantes, como emisiones exitosas, anuncios de inversión y proyectos que comienzan a ejecutarse. A esto se suma el posicionamiento histórico de San Juan como jurisdicción minera competitiva a nivel latinoamericano, con un marco institucional y social favorable.
El desafío es comunicar eficazmente estas ventajas, y demostrar que la provincia y el país pueden competir por capitales globales frente a destinos tradicionales como Chile, Canadá o Australia, que cuentan con fuertes programas de incentivos a la inversión minera.
¿Existe la posibilidad de que pequeños inversores locales, sin vínculo directo con la industria, puedan invertir en el sector minero?
Es un punto muy relevante. Actualmente estamos evaluando el listado del grupo McEwen Copper, que incluye al proyecto Los Azules, en la Bolsa de Toronto, y en paralelo mantenemos conversaciones con la Bolsa de Buenos Aires para analizar un dual listing. El objetivo es habilitar la participación de inversores argentinos interesados en el sector minero.
Hoy ya es posible invertir en empresas mineras desde el mercado de capitales local. No obstante, es importante reconocer que el mercado argentino tiene una escala limitada en comparación con plazas como Nueva York, Toronto o Australia. Los proyectos mineros requieren capital intensivo y, por lo tanto, financiamiento internacional.
A futuro, sería deseable que el mercado de capitales argentino evolucione hacia una mayor profundidad, capaz de acompañar proyectos de gran escala, tal como ocurrió en otros sectores, por ejemplo con empresas tecnológicas que lograron financiamiento local e internacional, como Mercado Libre.
¿Se mantienen los plazos de inicio de construcción y producción anunciados?
El objetivo sigue siendo el inicio de trabajos de construcción masiva durante 2027. Es importante aclarar que el año tiene dos momentos bien diferenciados desde el punto de vista operativo: el inicio y el cierre del año permiten mayor intensidad de trabajos, particularmente en zonas cordilleranas, donde la estacionalidad climática es determinante.
En ese sentido, el año 2027 marcaría el comienzo efectivo de las obras de gran escala, más allá de los trabajos tempranos. Solo las obras de infraestructura implican la movilización de más de 500 personas, lo que da una idea de la magnitud operativa del proyecto en esa etapa.
