Germán Wilson, VP de Operaciones y Country Manager de Finning Argentina, aborda la actualidad de la compañía en nuestro país, destacando la gran oportunidad para la minería local a través del cobre y litio como actores decisivos para la electrificación.
¿Cómo definiría la actualidad de Finning en Argentina?
Finning Argentina posee una presencia de casi 20 años en el mercado, participando en las industrias de construcción, minería y energía -principalmente en oil y gas-. En este contexto, en el sector construcción de Argentina hay más de 15.000 equipos CAT, y en minería más del 70% de equipos productivos mineros son CAT. Por cuanto al caso de energía, el 75% de los motores utilizados para apertura de caminos y canteras son CAT.
En el caso de minería existe una participación muy relevante e importante, pero lo más grande es el segmento construcción por una cuestión magnitud histórica de la obra pública, canteras, etc.
¿En qué proyectos mineros están presentes?
Contamos con presencia básicamente a partir de contratos de servicios, o tal vez a partir de una relación más de soporte en alguna operación en particular. En ese contexto tenemos presencia en mina Veladero con contrato, y también en Cerro Vanguardia y Cerro Negro. En el norte, en todo lo que es litio, trabajamos principalmente con contratistas que operan para los proyectos de litio, donde la relación es mucho más que directa. En el caso de San Juan, Barrick cuenta con una flota importante, y también apoyamos a sus contratistas.
¿De qué manera se brinda un servicio de calidad y eficiencia?
Nos enfocamos en cadenas de valor de nuestros clientes: vender un equipo únicamente no soluciona las necesidades de un cliente con una operación sistemática y confiable. En ese contexto nos dedicamos fuertemente en todo lo que hace a servicio. ¿Cómo lo hacemos? A través de una red de sucursales nacionales con los más altos estándares globales, con un importante equipo de técnicos a lo largo del país que nos permiten cubrir las necesidades, por lo que trabajamos fuertemente en la capacitación de nuestra gente para que estén a la altura de los desafíos técnicos, no solo de la flota histórica sino también de los nuevos desarrollos desde el punto de vista tecnológico.
En paralelo, Finning hace foco en el desarrollo de todo lo que es capacidades de reparación a nivel local junto con estrategias de sustitución de importación: ello significa que por US$1 de repuesto que se trae para hacer una reconstrucción o reparación, son US$3 que se dejan de importar por producto terminado; esto es generación de valor local.
¿Cómo se desarrolla el capital humano en una estrategia de sustitución de importaciones?
Es algo fundamental. No solo nosotros, sino toda la industria está sufriendo la falta de mano de obra calificada; si se proyecta la entrada de nuevos emprendimientos nos encontraremos con una brecha muy significativa. ¿Cómo lo enfrentamos? Primero, tenemos un plan muy potente e interno de aceleración de capacidades; formar un técnico lleva tiempo, pero hemos diseñado nuestro proyecto de capacitación para que se pueda hacer más corto.
También trabajamos con nuestros clientes para ampliar la base de técnicos, así como el espacio para las personas que no consideran a la minería como una oportunidad laboral para evaluar. Es por ello que trabajamos fuertemente con escuelas técnicas para la generación de visitas de estudiantes a nuestras instalaciones, para que puedan observar efectivamente lo que les informamos.
¿Qué podría comentar respecto a la aplicación de tecnologías 4.0?
Todo lo que es evolución en cuestión de maquinarias ha sido muy potente. Hoy todos tenemos servicios a disposición de nuestros clientes que les permitan monitorear la salud de sus equipos. Se trata de tecnología con la que se puede operar de forma más segura y más eficiente.
En cuanto a camiones autónomos, es importante resaltar que la flota más grande del mundo se encuentra en Chile, y es una tecnología que está disponible para todos.
¿Cuál es opinión acerca de la Argentina minera de los próximos años?
El potencial minero de Argentina es evidente; lo interesante es cómo proyectar un camino para que ese potencial sea una realidad. Los diferentes actores tenemos que trabajar en conjunto para tener las soluciones adecuadas desde el punto de vista tecnológico, planificación, capacidad de reparación acorde a lo que pueda venir, etc. Y en ese sentido también el respeto por el marco normativo para que las inversiones sucedan: en este momento la cuestión de importaciones está muy complicada, y eso son tópicos que los inversores analizan para tomar decisiones a largo plazo.
La necesidad de trabajar con autoridades, empresas, y comunidades es fundamental. Algunas provincias todavía debaten acerca del “minería sí, minería no”, cuando es necesario abordarlo desde el “minería cómo”. Para ello se debe mostrar el impacto positivo en la comunidad.
Uno de los mayores desafíos del planeta es avanzar en la temática sustentabilidad, y para ello es necesario electrificar. Pero para poder alcanzar la electrificación se requiere de dos elementos que Argentina posee: cobre y litio. De esta manera Argentina se puede posicionar en un siguiente nivel porque tiene todos los elementos para ello.