Volvo Construction Equipment realizará una inversión de 360 millones de coronas suecas (32,7 millones de dólares) en sus instalaciones de Braås, Suecia, en su principal línea de producción de dúmperes articulados. El importe acelerará la transición a la electromovilidad en sus máquinas. Con ello, la marca reafirma su compromiso de liderar la transformación en todos sus productos para un futuro más sostenible.
De aquí a 2027, la fábrica se adaptará para producir una gama más amplia de camiones articulados con diferentes tipos de tren motriz, lo que refleja el cambio en la demanda de máquinas con fuentes de energía más sostenibles.
La decisión de invertir fue tomada por el consejo de administración del Grupo Volvo. La fábrica de Braås se ha especializado en el diseño y la producción de dúmperes articulados para el mercado mundial.
La inversión se destinará a aumentar la capacidad de las instalaciones de 45.000 m² en el sur de Suecia, mediante la ampliación de la superficie y la adquisición de nuevos equipos para las líneas de producción. También se producirán avances en la automatización y la ergonomía para reducir la necesidad de que los empleados realicen tareas repetitivas, creando un entorno de trabajo cada vez mejor y más seguro.
El ADN de la innovación sostenible
Las técnicas pioneras de fabricación no son una novedad en la fábrica de Braås. Desde que se fabricó el primer dúmper del mundo, el «Carlitos Gravilla», en 1966, la fábrica ha estado a la vanguardia de la innovación. También es famosa por producir el dúmper articulado más grande del mundo, el A60H, considerado una verdadera hazaña de la ingeniería.
Volvo CE ha entregado un dúmper articulado A30G, fabricado en Braås con acero libre de fósiles, a la empresa de construcción NCC. Además, la fábrica también ha producido el primer prototipo de dúmper articulado del mundo impulsado por pilas de combustible de hidrógeno, el Volvo HX04. El vehículo se está probando para desarrollar futuras soluciones con esa tecnología.
La fábrica de Braås es una referencia en materia de protección medioambiental y fue la primera en la industria de maquinaria de construcción en implantar una operación neutra en carbono, alimentada totalmente por energía renovable. En 2018, la fábrica se convirtió en una instalación de vertido cero.
«El sector del transporte y la construcción está experimentando una transformación, con un número creciente de vehículos electrificados. Esta inversión nos permitirá adaptar y ampliar nuestras instalaciones para poder ofrecer una gama más amplia de máquinas a nuestros clientes ayudándolos a cumplir sus objetivos de reducción de emisiones», afirma Jonas Lakhall, gerente de la fábrica de Volvo CE en Braås.
«Es importante que nos mantengamos a la vanguardia y tomemos decisiones claras para cumplir nuestro compromiso de, con datos basados en la ciencia, emitir cero contaminantes en nuestra cadena de producción para 2040. Al adaptar nuestra producción a las máquinas eléctricas, estamos avanzando en nuestro plan de electrificación», añade el ejecutivo.