En lo que se considera la peor crisis en el viejo continente desde 1945, la tensión entre Ucrania y Rusia ha escalado hasta el punto de una invasión de las tropas que responden a Vladimir Putin. Al momento de este análisis no hay signos de desaceleración de un conflicto que ya incluye combates en los principales centros urbanos ucranianos. ¿El planeta se encuentra en camino a una nueva reconfiguración de la geopolítica? ¿Qué rol juega el valor del oro en este contexto?
Por Panorama Minero
Meses de incertidumbre: desde noviembre pasado hasta inicios de marzo se han caracterizado por la creciente tensión entre Ucrania y Rusia, en lo que ha sido calificado como la mayor escalada militar en Europa desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, al punto de incluir la invasión de territorio ucraniano.
¿De qué manera se arribó a este escenario de extrema tensión? Precisamente, la caída del Muro de Berlín llevó a la desintegración de la Unión Soviética y la disolución del Pacto de Varsovia, países alineados desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Con el correr de los años, algunos países miembros del antiguo bloque soviético –Hungría, Polonia, República Checa y Eslovaquia, Bulgaria, Rumania- además de los países bálticos que conformaban la extinta Unión Soviética -Estonia, Letonia, Lituania- se convirtieron en miembros de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), extendiendo el área de influencia hacia el este.
Independientemente de las tres décadas transcurridas desde la disolución del imperio soviético, proceso desarrollado en términos vertiginosos, Rusia no ha dejado de considerar a Ucrania como parte de su área de influencia.
Fines de 2013 hasta inicios de 2014 fueron testigos de protestas en Ucrania, situación que derivó en la caída del gobierno prorruso. Esta circunstancia facilitó la invasión de la península de Crimea, bastión estratégico sobre el Mar Negro que facilita la salida de la Armada rusa al Mar Mediterráneo a través del Bósforo: el gobierno de Turquía –país miembro de la OTAN- informó el cierre del estrecho de referencia para los buques de guerra de todos los países. Desde la última semana de febrero ya se ha observado un ataque a gran escala por parte de Rusia, incluyendo incursiones terrestres y aéreas hacia el corazón económico y político ucraniano. Días previos, grupos separatistas prorrusos habían tomado el poder en regiones del este de Ucrania, más conocida como Donbass, cuyo sustento económico radica en la industria pesada, particularmente con la producción de carbón y sectores asociados a la metalurgia.
¿Qué se ha podido observar del comportamiento del oro? En el orden de los US$1.780 en la segunda mitad de noviembre, seguido por una fuerte escalada en enero que ha llevado la onza al orden de los US$1.950 en la última semana de febrero, máximo valor desde junio pasado, el metal dorado reconfirma su lugar de refugio/salvaguarda ante las peripecias de la geopolítica. Sinónimo de resguardo para preservar y conservar valor en momentos turbulentos, el oro juega un rol crítico en momentos en que la política mundial se encuentra en estado de efervescencia.
Acorde a lo señalado por el WGC –World Gold Council- Rusia cuenta con unas 2.298 toneladas de oro como tenencia, equivalentes al 21,4% de sus reservas externas, en lo que se traduce en una fuerte apuesta del país de referencia por el metal dorado.
Pero no todo termina entre Rusia y Ucrania: Bielorrusia, probablemente el mayor aliado de Putin en Europa, permitió el asentamiento de tropas rusas para facilitar el ingreso a Ucrania. A este momento, la respuesta de la administración Joe Biden y de la Unión Europea incluye una importante cadena de sanciones económicas y financieras como el caso de muchos bancos rusos que han sido eliminados del sistema SWIFT, que permite la transferencia internacionales directas, el congelamiento de activos del Banco Central de Rusia en el exterior, con tenencias del orden de los US$630.000 millones, sumado a la salida de importantes actores internacionales de diferentes rubros: energético –retiro de BP de la petrolera Rosneft, Shell de la gasífera Gazprom, ExxonMobil de diferentes proyectos-, transporte de cargas –Maersk, Hapag Lloyd-, pagos digitales –PayPal y Apple Pay-. Importantes sanciones económicas y financieras que repercutirán en las exportaciones de petróleo, gas, y minerales, vitales para la economía rusa como se puede observar en la siguiente tabla:
Commodity | Posición de Rusia en el Ranking Mundial |
Petróleo | 3° |
Gas | 2° |
Oro | 3° |
Paladio | 1° |
Platino | 2° |
Titanio | 3° |
En el plano militar, los miembros de la OTAN no han participado activamente en enfrentamientos, pero ayudan a Ucrania a través de importantes paquetes que incluyen armamentos, equipos, y logística valuados en miles de millones de dólares. En el caso exclusivo de EE.UU., la aprobación de ayuda militar a Ucrania está valuada en el orden de los US$350 millones.
En este mano a mano entre los miembros de la OTAN y Moscú, ¿qué rol juega China? A este momento, el país más poblado del planeta se ha pronunciado por un llamamiento a la paz. De cualquier manera, el record comercial bilateral con Rusia –US$145.000 millones en 2021-, el potencial apoyo financiero estatal de China y la colaboración energética conjunta son indicios de un apoyo implícito por parte de Beijing.
¿Qué podría seguir a la incursión rusa en territorio de Ucrania y a las medidas y sanciones económicas al país agresor? ¿Vladimir Putin apuesta a una victoria militar completa adelantándose a un potencial colapso financiero de Rusia? ¿Otros países podrían entrar en el conflicto? ¿Hasta dónde seguirá el no involucramiento directo de EE.UU. y China? A este momento, final abierto sin resultado definitivo: la invasión de referencia es el mayor atentado a la paz mundial en Europa desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.