Representantes del sector de Trelew, Puerto Madryn y Comodoro Rivadavia coincidieron en la necesidad de que se generen alternativas laborales para que el Estado no acentúe la absorción de mano de obra, a falta de emprendimientos y proyectos productivos privados, en el contexto de una economía demasiado dependiente de un petróleo alicaído.
Propietarios y responsables de empresas de Trelew, Puerto Madryn y Comodoro Rivadavia salieron en los últimos días a pedir la ampliación y modificación de la matriz productiva de Chubut, en la que la alicaída industria del petróleo sigue como principal generadora de recursos a través de las regalías que, en buena proporción, están comprometidas por el alto endeudamiento público que ha hecho necesaria la sanción de una ley para negociar con los acreedores.
Los empresarios de distintos rubros advierten que la reconversión se impone en un contexto provincial que, por su propia crisis, agrava el contexto generado por las restricciones de la pandemia y sus consecuencias en la economía mundial y argentina.
Como factor relevante mencionaron la alta incidencia del empleo público que, aunque ya era conocida en los últimos años, se ha hecho más evidente por las importantes demoras en el pago de los sueldos que hace que el circulante sea escaso, con la consecuente reducción de la demanda de productos y servicios.
“Necesitamos que la gente tenga mayores ingresos, que cobre sus sueldos al día, que genere una actividad económica que se retroalimente. Hoy no está pasando. Hoy tenemos un Estado con mucha carga laboral. Si uno lo compara con la población económicamente activa que tiene la provincia vemos que un gran porcentaje es empleado del Estado. Eso no debería ser así. Es inviable. Se necesita un sector privado que aporte los recursos para solventar esa carga. Debería apuntarse a explotar los recursos que tiene la provincia, que son muchos”, dijo en este sentido Gustavo Harislur, vicepresidente de ARHA S.A., empresa radicada en Trelew y dedicada a la comercialización de maquinaria vial y agrícola.
Con Harislur coincidió José Oroquieta, accionista y director del Grupo Autosur, que comercializa las marcas Nissan y Renault tanto en Chubut como en el norte de Santa Cruz. “Los concesionarios chubutenses tenemos que lidiar con el panorama de sueldos atrasados de la administración pública, teniendo en cuenta que el Estado Provincial es el mayor empleador de la provincia”, dijo al analizar parte de las distintas dimensiones de la crisis.
Agregó que “eso ha generado problemas en la cadena de pagos y en la retracción de la decisión de compra. La incertidumbre de la fecha de cobro y la actualización de su ingreso ha hecho que decida, al menos, postergar la compra. En términos generales la demanda nuestra ha caído por encima de la media del país”.
Joaquín Nervi, director del Grupo Fiorasi, que comercializa las marcas Fiat, Ford, Volkswagen e IVECO, diagnosticó que “el año pasado fue muy difícil porque sumado a la caída de volumen nos encontramos con que, en promedio, la tasa de interés de referencia estuvo en promedio entre un 50 y un 55% con picos sobre el segundo semestre del 90%”.
“Este es un negocio y un mercado que funciona muy apalancado. Y esto definitivamente terminó impactando seriamente en los gastos de estructura. Entonces el año pasado nosotros tuvimos un negocio complejo”, dijo, y mencionó que la situación generó la actual sobredimensión de la estructura vinculada con la diferencia entre las expectativas, la producción y la demanda.
“A esto se le suma, ya en nuestra zona, la crisis de la provincia que impacta de lleno. La clase media estuvo con mucha incertidumbre, con mucha demora en los pagos, lo cual impactó en las expectativas de la gente. Y, en definitiva, el auto al ser un bien durable, termina siendo una variable de ajuste por la cual la gente decide no comprar o esperar un tiempo. Entonces a nivel regional nos encontramos con un escenario muy complejo”.
Antonio Mendonca, propietario de Forte Industrial S.A., con base en Comodoro Rivadavia, dijo que en este contexto es necesario “ampliar la matriz productiva”.
“Hoy tenemos que apostar a mejorar la producción. Yo soy un fanático de nuestra Patagonia y la Argentina, que tienen tantas riquezas. También soy productor lanero y observo que las lanas se importan en crudo, sin darles un valor agregado, al igual que la pesca. Lo mismo pasa en nuestra provincia con el petróleo. Comodoro es un pueblo petrolero-minero y deberíamos tener una refinería”, opinó.
Agregó que “los argentinos somos gente muy ingeniosa y deberíamos aplicar más la mentalidad que tuvieron nuestros inmigrantes: sacar provecho de los frutos de nuestros recursos como la pesca, el petróleo y la minería, y volcarlos al desarrollo de nuestro país”.
“En la actualidad existen muchos controles y protocolos de cuidado ambiental. Es primordial cuidar nuestro ambiente y la gente, pero también darles posibilidades de trabajo”, agregó en este sentido.
Sandra Zárate, fundadora de la textil Zaranto, de Puerto Madryn, apuntó: “A nivel provincial estamos atravesados por una crisis tremenda. El Gobierno Provincial tiene el 50% de la mano de obra, y lo demás se tiene que sostener con pymes. Y las pymes no tenemos más formas de ampliarnos. Acá se debe pensar en un plan estratégico de desarrollo para ampliar la matriz productiva, dándole cabida a proyectos que puedan permitir la cadena de valor y el desarrollo de regiones”. Y agregó que, si bien el peso de sostener puestos laborables en lo privado está en las pymes, “se necesitan medidas acertadas, acuerdos, diálogos, decisiones claras para ampliar la matriz productiva. Es la única salida. No hay otra. Y esta post pandemia va a ser aún peor, por lo que rápidamente tendríamos que ir pensando en cómo llevar a cabo nuevas formas de producir”.