La Secretaría de Minería y el Instituto de Diálogo Interreligioso (IDI), realizaron el primer seminario «Diálogo, Minería y Cuidado de la Casa Común» sobre la encíclica «Laudato Si» del papa Francisco
En el que participaron el secretario de Minería, Alberto Hensel, el padre Guillermo Marcó, el rabino Daniel Goldman y el dirigente islámico Omar Abboud, moderados por el integrante del IDI, Martin Maslo.
En la apertura Hensel recordó que “desde el primer momento planteamos con el Presidente Alberto Fernández y el Ministro, Matías Kulfas, la necesidad de llevar adelante un proceso de planificación del desarrollo de la actividad minera en nuestro país” y que “dicha planificación de ninguna manera podía llevarse a cabo de forma escindida de las realidades locales, nacionales e internacionales ni de los aspectos ambientales, sociales y económicos y menos aún no considerar los valores que debían iluminar aquel proceso: trabajamos para el bien común, creemos en el destino universal de los bienes, el desarrollo integral de las personas, el diálogo y el cuidado de la creación”.
Hensel destacó la convocatoria a un “diálogo amplio, abierto y plural para debatir sobre el rol que entendemos debiera tener la minería en el desarrollo económico y social de nuestro país y como ese recurso no solo puede convertirse en un importante factor de creación de trabajo y lucha contra la pobreza sino que también en una industria líder en innovación tecnológica para el cuidado del medio ambiente, aportando los minerales que necesitamos para la producción de energías limpias, la electromovilidad, la purificación de aguas para consumo humano, el almacenaje de energía, el reemplazo de los combustibles fósiles para disminuir los gases efecto invernadero, entre otros”.
“El proceso de planificación que hemos llevado adelante durante un año con la participación de referentes con distintas miradas y preocupaciones, nos ha dejado como enseñanza que la crisis por la que atraviesa nuestro país en general y la crisis global en materia ambiental no da margen para las grietas y las disputas, sino más bien nos obliga a un diálogo urgente, profundo, transparente y sincero para encontrar el equilibrio necesario entre el desarrollo de actividades productivas, generación de empleo, riqueza distributiva para la disminución de la pobreza y el cuidado de la casa común”, señaló el Secretario y recalcó la firme creencia de “concebir una minería ambientalmente sostenible, socialmente inclusiva y productivamente integrada en el marco del uso racional, responsable y equilibrado de los recursos naturales en el contexto de grandes desafíos ambientales a nivel global, nos impone considerar los principios, valores, lineamientos, propuestas y el llamado contenidos en la encíclica “Laudato Sí”, y qué mejor para ello que sea a través de la voz y la mirada de quienes integran el Instituto de Diálogo Interreligioso”.
A su turno el moderador del Seminario Martin Maslo expresó una cita al Salmista que dice “A Dios pertenece lo que en la tierra hay y todo lo que se encuentre en ella”, y aseguró que “nuestra responsabilidad desde el Instituto de Diálogo Interreligioso, es velar por la correcta interpretación y aplicación de todos estos valores en función de lo que pase de aquí en adelante y lo que nosotros podamos aportar al sector, y me parece que hasta ahora hemos llevado esa tarea lo más sensatamente posible y que vamos a seguir haciéndola”.
El Sacerdote católico Guillermo Marcó destacó durante su alocución que “si no explotamos nuestros recursos, le compraremos a otros el litio que viene en la batería de nuestros celulares o el cobre necesario para los cables que transportan nuestra energía, porque igualmente los vamos a usar, cualquier ambientalista tiene un teléfono” y que “el Estado Nacional tiene que buscar que un país progrese y las cosas que no hacemos nosotros en definitiva, las terminan haciendo nuestros vecinos”.
“Hoy hay un marco regulatorio en el mundo para la actividad minera, entonces me parece que oponerse por oponerse es simplemente negar la posibilidad que tantos necesitamos que en la Argentina se generen: fuentes de riqueza y sobre todo el trabajo”, concluyó Monseñor Marcó.
El rabino Daniel Goldman expresó en su ponencia, su convencimiento de que “una visión compartida en un desarrollo armónico de esta conciencia puede transformar el mundo en un lugar más vivible y en este sentido, la encíclica “Laudato SI”, ha sido el gran paso para tomar en serio aquello que estamos haciendo con esta tierra”.
Goldman remarcó que “así como el ejemplo de kosher, de superando ejemplos históricos cada tradición religiosa debería permitirse realizar ideas que permitan exponer la recuperación de la categoría ecológica como parte de procesos de reelaboración de sus teologías, de sus símbolos, de sus rituales y de sus relaciones con la economía y con la política, generando la concientización del profundo flagelo que nos aqueja” y prosiguió diciendo que “esta búsqueda de símbolos y elementos naturales en cada una de las tradiciones religiosas debe sumarse como dice Michael Lerner, a la organización de encuentros de compromiso con el medio ambiente que estimulen por ejemplo, la reducción del consumo, de petróleo, su sustitución por elementos menos nocivos como la energía solar, o la creación de un día sabático semanal, donde se restrinja el uso de elementos contaminantes”.
Aportando la visión del islamismo en la Argentina, Omar Abboud aseguró que “existen en el Corán, múltiples versiones, pasajes y versículos, donde se hacen específicamente la mención a la cuestión del cuidado de la creación. De una visión en términos de misericordia y está justo donde la responsabilidad. Cuando hablamos de naturaleza, del medio ambiente, del ecosistema, el hombre tiene que entender que estamos hablando de igual a igual que un ser creado. Si existe una perspectiva dialógica interhumana, es fundamental también la idea de un dialogo”.
“Hace casi 2 décadas atrás, muy cerca de aquí, en la Catedral Metropolitana, el Centro Islámico de la República Argentina, la AMIA, el arzobispado de la Ciudad de Buenos Aires y el Instituto de Dialogo Interreligioso, concluimos en la idea de firmar un documento en nuestro país que condenase cualquier formato de fundamentalismo, cualquier visión de fundamentalismo, en ese momento en particular. Pero el documento tenía una visión más amplia, en cuanto a la investigación de los orígenes del fundamentalismo. Lo traigo a colación porque el término “fundamentalismo” se suele utilizar en términos de religiosidad, pero no, es en definitiva el sometimiento y la intransigencia en referencia a una práctica determinada”, recordó Abboud y prosiguió con su reflexión: “La afectación termina indefectiblemente siempre cayendo sobre aquellos que menos tienen. Una vez más, sobre aquellos que menos tienen. En este momento deberíamos plantearnos cuales son los posibles caminos que deberíamos tomar para empezar a revertir la cuestión del proceso”.
El dirigente islámico manifestó que “si nosotros no arribamos a un mecanismo de equilibrio y a una visión humanista en referencia a este tema las consecuencias van a ser cada vez peores. Y esto es algo que empieza desde la educación”. “No esperemos que esta cuestión relacionada con el medio ambiente, tenga una solución definitiva en perspectiva científica, es un absoluto y profundo tema épico como plantea aquí el tema del Laudato, lo cual lo primero que deberíamos plantearnos es generar un ámbito de relación integral relacionada con el medioambiente porque en definitiva nosotros nos tenemos que poner a pensar si nuestro día a día es kosher o lícito”.
“En esto de generar una profunda conciencia, Laudato es un documento de características vanguardistas, la visión de la religiosidad y entendiendo que el Papa Francisco es de alguna manera un representante de la iglesia católica y de un sector, pero de alguna manera también poniendo este tema en perspectiva y más tarde poniendo también la cuestión de la fraternidad universal, un líder de características espirituales que le está advirtiendo al poder temporal de todo aquello que venimos por ahora supliéndolo y viéndolo en términos informativos, pero la realidad es que para muchos lugares, muchas personas y muchos países en el mundo la cuestión del cambio climático es algo que ya está afectando su vida sino no dándole muchas perspectivas de futuro”, concluyó Abboud.
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