En una nota exclusiva con Panorama Minero, el presidente de la Cámara de Proveedores de Empresas Mineras de Salta (CAPEMISA), Diego Pestaña, brindó definiciones sobre el estado de situación de la minería nacional y resaltó el rol central del sector como una de las industrias que marcará el ritmo de la economía salteña.
Hablando sobre lo que fue su primera presidencia en CAPEMISA y este primer año de la segunda gestión, ¿qué balance realiza de los resultados conseguidos?
En la primera presidencia éramos pocos y el enfoque estuvo principalmente puesto en dejar a la Cámara en funcionamiento, que la gente conozca nuestros objetivos y nuestro trabajo al frente de la misma. Hoy contamos con 200 proveedores y estamos construyendo la Casa Minera junto con la Cámara Minera de Salta; parte de un esfuerzo conjunto entre los proveedores y las empresas mineras para tener un lugar donde hacer reuniones, recibir a otras empresas y hacer capacitaciones. Esto significó un gran crecimiento y actualmente estamos profundizando el trabajo y el diálogo con distintas compañías para capitalizar el futuro relacionado a la construcción de los nuevos proyectos y el avance particular de la minería de litio. Queremos que este desarrollo genere los beneficios que espera y precisa la provincia.
Recientemente, el ministro de Producción y Desarrollo Sustentable de Salta, Dr. Martín de los Ríos Plaza, destacaba las expectativas que existen detrás de la minería en torno a la generación de empleo. ¿Cómo observa esto teniendo en cuenta el auge del litio y la llegada de nuevas mineras a la provincia?
Todos apuntamos a la generación de fuentes de trabajo. Este impulso debe estar acompañado de la generación de empresas y de PyMEs que tienen que desarrollarse y crecer a la par para ser sostenible en el tiempo. Así, estas empresas se dedicarán hoy a la minería y el día de mañana a otras actividades pudiendo tener una continuidad más allá de los proyectos, lo que permitirá la creación de buenas fuentes de trabajo para los salteños. Cuando vienen empresas de afuera, tratamos que ingresen a Salta y su minería a través de UTES. Este es un trabajo que lleva ya más de 20 años de planificación, se luchó durante mucho para que esto que se vive hoy sea una realidad. Hacia adelante necesitamos que los empresarios locales inviertan, se asocien con empresas, incluso de otras provincias; que crezcan, se desarrollen y den un buen servicio a las mineras. Un servicio acorde a lo que esta industria necesita en términos de exigencias relacionadas a costos, calidad, eficiencia y seguridad de la gente y del ambiente.
Si hablamos de este 2022 que está comenzando, ¿qué proyectos tienen contemplados desde CAPEMISA?
Estamos centrados en terminar la Casa Minera, la cual esperamos inaugurar entre marzo y abril. También trabajamos fuertemente en programas de capacitación con las empresas para ver cuáles son las necesidades existentes en torno a mano de obra y personal. La línea de trabajo general se orienta a esta conexión entre empresas proveedoras y empresas mineras, buscando que haya una buena llegada y un buen diálogo para generar trabajo y desarrollo.
En este sentido, ¿cuánto afectan las restricciones a las importaciones? ¿Es posible acceder a los mercados internacionales?
Hoy está afectando. Si bien se permitieron remontar los cupos de importación de bienes de capital hasta US$1 millón, para todos los proyectos que están viniendo es muy difícil comprar equipamientos y los que hacen trabajos con maquinarias cada vez tienen menos acceso. También hay problemas importantes con los repuestos, pero estamos haciendo lo posible para dinamizar este asunto. Entendemos que de parte del Gobierno Nacional debería haber algún régimen especial para la minería en cuanto a las divisas para invertir y acceder a equipamientos y repuestos.
La minería es una actividad que genera permanentemente el ingreso de divisas al país durante dos vías: una es la inversión, y en este sentido en Salta se invertirán miles de millones de dólares en proyectos de litio, y la otra se da mediante la exportación de materias primas como el litio, el oro o el cobre. Por esto es necesario que se permita la importación tanto de maquinarias como de repuestos para las mineras por parte del gobierno nacional. No atender esta necesidad que compartimos junto con otros sectores productivos, como el agroindustrial, es dañino para la economía nacional.
En relación al litio, ¿cuál es su potencial de contribución a la minería salteña en los próximos años?
El litio es fundamental tanto para Salta como para Jujuy y Catamarca, y en el caso de nuestra provincia, se trata de la que más proyectos en desarrollo posee de aquí a los próximos tres años. El litio se extrae a través de diferentes métodos y formas, pero el hecho es que todas requieren de plantas e industrias químicas para extraerlo, por lo que se genera mano de obra. Por mi experiencia, como país y como provincia deberíamos concentrarnos en producir carbonato y óxido de litio, tenemos salares con capacidad para producir por cientos de años. Hoy es la oportunidad y hay que aprovecharla.
Otro caso clave en la minería salteña es el proyecto cuprífero Taca Taca. ¿Qué proyecciones posee sobre este emprendimiento?
Taca Taca es un reconocido proyecto de cobre de clase mundial y estamos hablando de una minería de gran volumen que producirá gran cantidad de mano de obra y de trabajo. Para Salta será un proyecto que traerá un impacto enorme en la economía, aunque no sólo será en la salteña sino también en todo el NOA. Yo estimo que el PBG salteño crecerá alrededor de un 30% o más. El impacto será muy fuerte, prácticamente generará una ciudad en la zona de la mina, en el campamento. Una zona que debe ser alimentada y cuidada con los estándares de calidad que tiene la minería para su gente en cuanto a la alimentación, la vestimenta y todas las necesidades que genera un emprendimiento de semejante calibre en términos de infraestructura, caminos, ferrocarril y energía.
Hay todo un desarrollo que viene de la mano con Taca Taca y también con los proyectos de litio. Y cuando el proyecto se lleve adelante, dará lugar también a la generación de nuevos proyectos, exploraciones e inversiones. El ejemplo más factible de esto está en Chile, porque en la zona de Calama los proyectos mineros comenzaron hace más de cien años y hoy en día se sigue invirtiendo y explorando la zona. En el caso de Salta, con todos los recursos que tiene, se debe hacer lo mismo ya que la provincia ofrece una diversidad de producciones que le permiten tener un equilibrio importante. Salta no sólo tiene a la minería como actividad económica fuerte, también tiene vitivinicultura, agricultura, ganadería e industria.
¿Cómo cree que puede contribuir la minería a mejorar la calidad de vida de las comunidades y regiones donde esta actividad se lleva adelante?
La minería tiene un rol clave a la hora de mejorar la vida de la gente. Porque no sirve una provincia, ni tampoco un país o una ciudad con gente muy rica y gente muy pobre. La idea es que todos podamos producir y mejorar nuestras condiciones de vida. Para esto hace falta empresarios que empujen y que tengan la decisión de crecer. Vivir y trabajar en Salta va a ser una muy buena alternativa para mucha gente en el corto plazo.
¿Observa actualmente un impacto positivo de la minería en Salta?
Está siendo cada vez más visible el impacto de la minería en la provincia. De hecho, la gran cantidad de pérdidas económicas que generó la falta de turismo por la pandemia fue cubierta en buena manera por los ingresos generados por el sector minero. Sin dudas será un factor de desarrollo importante, recién estamos empezando. Hoy estamos trabajando fuerte, dialogando con la Secretaría de Minería y las empresas que comenzarán a construir sus proyectos para que la participación de las empresas locales sea no solamente con mano de obra sino haciendo las obras importantes. Si esto avanza como estamos esperando, la realidad es que Salta será una provincia pujante, donde los salteños que se van de la provincia a buscar trabajo a otras zonas del país verán que ya no se trata de una provincia que expulsa gente porque no puede generar buenas fuentes de trabajo. La idea es que la gente se quede en Salta, trabaje, se desarrolle, gane y viva bien.
En términos de gestión, ¿hacia dónde se debe enfocar el aporte del gobierno provincial para viabilizar el desarrollo minero y fortalecer el proceso de crecimiento que atraviesa Salta?
Es importante señalar que CAPEMISA tiene una excelente relación con la Secretaría de Minería y la Cámara Minera de Salta, hace doce años que trabajamos en conjunto. La Secretaría apoya fuertemente a los proveedores locales y su desarrollo, en términos de valoración estamos muy contentos con esta gestión y la apoyamos. Lo que pedimos los proveedores mineros es que nos dejen trabajar y nos allanen algunos caminos. A nivel gobierno, de alguna manera se debe poder mantener a las empresas chicas que, para poder dar su servicio, necesitan financiamiento y apoyo.
Por otro lado, también pedimos infraestructura. Necesitamos infraestructura en la puna porque todos los caminos y vías de comunicación y transporte son básicos. El caso de la Ruta Nacional N°51 es central para el desarrollo productivo de la provincia. Si bien hemos visto anuncios desde la Nación, debemos rever la importancia que tiene en cuanto al desarrollo minero y a la conectividad que precisan las operaciones para poder trabajar. Hoy los caminos son un problema, como también lo son las restricciones y la falta de energía. Se trata de obras fundamentales en una zona en la que también es necesario un ferrocarril que funcione adecuadamente para las necesidades que puedan surgir hacia futuro de acentuarse el número de operaciones y proyectos.